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47 min read | mayo 14, 2025

Tipos de influencers y cómo elegir el ideal para tu marca

En el mundo del marketing de influencers, los números ya no lo son todo. Durante años, la medida del éxito era simple: más seguidores, más likes, más visibilidad. Pero en la actualidad, la verdadera influencia no radica únicamente en la magnitud de la audiencia, sino en el impacto genuino que un creador puede tener en sus seguidores. Hoy más que nunca, la calidad de la conexión y la autenticidad son las que realmente marcan la diferencia.

En este blog exploraremos cómo el tamaño de la comunidad de un influencer no determina necesariamente su efectividad. Desde los nano influencers, con audiencias pequeñas pero profundamente conectadas, hasta los mega influencers que alcanzan audiencias masivas, veremos cómo cada tipo de creador puede ofrecer algo único a las marcas, dependiendo de sus objetivos. Y, sobre todo, descubriremos por qué en el marketing de influencia, a veces, menos es más.

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Así que prepárate para conocer cómo puedes aprovechar cada tipo de influencer, sin importar el número de seguidores, para lograr resultados verdaderos y medibles en tu estrategia de marketing.

Micro, macro y más allá: El alcance ya no lo es todo

Durante mucho tiempo, hablar de influencers era hablar de números. De seguidores. De millones. De likes. Como si el volumen de una comunidad definiera automáticamente su valor. Pero hoy, más que nunca, la influencia no se mide solo por cuántas personas te siguen, sino por cuánto impacto real generas en ellas.

Y es que en el marketing de influencers, menos a veces es más. Más conversión. Más fidelidad. Más credibilidad.

Desde la experiencia, trabajar con perfiles pequeños pero profundamente conectados con su audiencia, puede traer mejores resultados que una colaboración masiva.

 

Nano Influencers: Pequeños pero con gran impacto

Vamos a hablar de los nano influencers, esos creadores con entre 1.000 y 10.000 seguidores. Puede que te sorprenda pensar que con tan poquita audiencia pueden tener tanto poder, pero déjame decirte que, en realidad, su influencia es enorme.

Con una comunidad tan pequeña, cada seguidor es más que un número: es una persona real que confía en lo que ese influencer comparte. Los nano influencers están súper conectados con su audiencia, responden a casi todos los mensajes y, sobre todo, son auténticos. Hablan de productos, servicios o experiencias como si te lo estuvieran recomendando a ti directamente, en plan “te lo recomiendo porque realmente lo uso”.

Si lo que buscas es credibilidad real y recomendaciones sinceras, los nano influencers son ideales. Además, al tener menos seguidores, las colaboraciones con ellos suelen ser mucho más económicas, lo que los convierte en una opción perfecta para marcas pequeñas o que están arrancando.

Microinfluencers: La confianza como superpoder

Hablemos de los microinfluencers. Esos creadores con comunidades de entre 10.000 y 100.000 seguidores. ¿Poco? Depende. Porque lo que les falta en tamaño, lo compensan con proximidad y autenticidad.

Son los que responden mensajes, los que se conocen por nombre con parte de su comunidad, los que recomiendan productos que realmente usan. Cuando alguien así te dice “esto me cambió la vida”, tú le crees. Porque parece más tu amiga que una celebridad.

Las marcas que entienden esto apuestan por ellos cuando buscan engagement y no solo impresiones vacías.

Macroinfluencers: Alcance masivo

Ahora bien, no hay que olvidar que los macroinfluencers (100.000 a 1 millón de seguidores) tienen presencia, posicionamiento, y la capacidad de poner un producto o una causa en el radar de muchas personas al instante. Pero lo importante es cómo usan esa visibilidad.

Un macroinfluencer que ha logrado construir su comunidad en torno a valores comunes tiene la capacidad de movilizar a miles de personas. Y no lo hace por tener un número grande de seguidores, sino porque sabe perfectamente a quién se está dirigiendo.

El truco está en la conexión entre la marca y el creador. Cuando esa alineación es auténtica, el impacto puede ser mucho más potente.

Un buen ejemplo de esto son las colaboraciones que han logrado marcas como Nocilla o Paldanyos, que no solo eligieron a macroinfluencers con gran alcance, sino que se aseguraron de que sus valores y tono encajaran perfectamente con el mensaje de la campaña.

Mega Influencers: El poder de la fama

Los mega influencers son las grandes estrellas de las redes sociales. Con más de un millón de seguidores, tienen la capacidad de poner una marca en boca de todos. Son personas tan conocidas que hasta quienes no son muy activos en redes sociales suelen saber quiénes son.

Aunque su audiencia es masiva, la relación que mantienen con sus seguidores no es tan cercana como la de los micro o nano influencers, pero su alcance es brutal. Estos mega influencers se han convertido en embajadores de marcas enormes y pueden generar una visibilidad global en muy poco tiempo.

Eso sí, trabajar con ellos es diferente. Aquí no buscamos tanto conexión profunda, sino exposición masiva. Si lo que necesitas es dar a conocer tu marca a miles (o millones) de personas, un mega influencer es la opción.

Un caso destacado es la colaboración entre ISDIN y Carlos Alcaraz. El tenista, además de ser una figura internacional en el deporte, se ha convertido en un referente para millones de jóvenes y adultos por su imagen fresca, disciplinada y cercana. Al asociarse con él, ISDIN no solo ganó visibilidad global, sino también un posicionamiento sólido en torno a valores como el cuidado, el rendimiento y la salud. En este tipo de alianzas, el objetivo es claro: alcanzar a millones de personas en poco tiempo con un mensaje potente y bien alineado con el perfil del embajador.

Cómo saber con qué influencer trabajar

La clave para elegir entre un nano influencer, un mega influencer o incluso los que se encuentran en medio, depende totalmente de tus objetivos. Y, más allá de los números, lo realmente importante es lo que puedes ofrecer a tu marca y lo que la marca necesita en ese momento.

Por tanto, antes de sumergirnos en los diferentes tipos de influencers, es vital que tengas muy claro cuál es el objetivo principal de tu campaña. Esto te permitirá tomar decisiones más acertadas sobre con quién trabajar, y asegurarte de que los resultados sean los que esperas.

1. Si tu objetivo es construir una comunidad leal y comprometida

Cuando lo que buscas es fidelizar a tu audiencia y crear una comunidad de seguidores comprometidos, entonces necesitas un influencer que tenga una conexión genuina con su público. Aquí, la calidad de la relación importa mucho más que el número de personas a las que llegas. Si tu meta es crear un vínculo fuerte y duradero, lo que más te interesa es el engagement real.

En este caso, deberías buscar a aquellos creadores que pueden generar conversaciones profundas, que se mantienen cerca de sus seguidores y tienen la capacidad de influir en sus decisiones de compra de manera más personal. El engagement será mucho más importante que la visibilidad masiva. El objetivo es construir confianza a largo plazo.

Marta Pons se ha ganado la confianza de su audiencia al ser auténtica y transparente. Comparte su experiencia real con productos dermocosméticos, sus rutinas diarias y los resultados que ha obtenido. Este tipo de contenido conecta de manera más profunda con su comunidad, ya que no está enfocada en promocionar solo productos, sino en educar a sus seguidores sobre el cuidado de la piel.

2. Si tu objetivo es aumentar la notoriedad de marca rápidamente

Si necesitas generar una gran exposición y dar a conocer tu marca de manera rápida y en un corto período de tiempo, tu objetivo es alcance masivo. En este tipo de campañas, lo que buscas es que tu producto o servicio sea visto por la mayor cantidad de personas posible. El impacto inmediato es clave.

A veces, lo que te interesa no es tanto que cada persona se convierta en un cliente, sino que la mayor cantidad de personas vean tu marca, tomen conciencia de ella y la recuerden. Si este es tu caso, querrás trabajar con personas que puedan llegar a millones de personas de forma eficiente, aunque el nivel de interacción con su audiencia sea más bajo. El número de seguidores es crucial, porque estás buscando visibilidad más que interacción profunda.

3. Si tu objetivo es generar conversiones reales

Aquí entramos en la parte más comercial: convertir la exposición en acción. Si tu meta es que los usuarios realicen una acción concreta, como comprar un producto o registrarse en tu web, el objetivo de tu campaña debe ser conversión. No se trata solo de que vean tu producto, sino de que tomen acción inmediata.

Para ello, lo ideal es trabajar con influencers que tengan una audiencia altamente comprometida, que confíen tanto en el creador como en las recomendaciones que da. Un engagement alto (más que un alcance masivo) será fundamental, ya que quieres que las personas no solo te vean, sino que confíen lo suficiente como para hacer una compra o realizar alguna acción valiosa para tu marca.

Aquí, también puede ser importante la autenticidad del influencer, ya que las recomendaciones personales generan un mayor sentido de urgencia para actuar. La relación personal con su audiencia juega un papel crucial en la conversión.

Freshly ha trabajado muy bien con microinfluencers y creadores españoles con audiencias muy fieles, como Sara Baceiredo. En lugar de buscar solo alcance, usan códigos de descuento para medir conversiones directas.

4. Si tu objetivo es posicionar tu marca como un referente en un nicho específico

Si tu meta es establecerte como líder en un sector concreto, como puede ser moda sostenible, salud mental, tecnología de vanguardia, entre otros, necesitarás trabajar con influenciadores que sean referentes en ese nicho. El objetivo aquí no es solo visibilidad masiva o conversiones, sino autoridad.

Lo que buscas es que las personas asocien tu marca con expertos o líderes de pensamiento dentro de un tema determinado. Esto va más allá de simplemente ganar seguidores o generar ventas. Se trata de crear una imagen de confianza y conocimiento que atraiga a un público más especializado y selecto. En este caso, la relevancia y la credibilidad de los influencers que elijas son más importantes que la cantidad de seguidores que tengan.

Por ejemplo, Álvaro Fernández, conocido en redes sociales como @farmaceuticofernandez, es un farmacéutico español que ha ganado notoriedad por su labor de divulgación sanitaria en plataformas como TikTok e Instagram. Se ha convertido en una figura destacada en la lucha contra la desinformación en temas de salud y sexualidad.

5. Si tu objetivo es generar interacción y conversación

Si estás buscando crear conversación y que tu audiencia participe activamente en el contenido, tu enfoque debe estar en generar engagement de calidad. El objetivo aquí es que las personas no solo vean tu mensaje, sino que interactúen con él, compartan sus opiniones y se conviertan en parte activa de la conversación.

Esto es especialmente útil en campañas que buscan aumentar la visibilidad social o la participación en redes sociales. La interacción genuina genera una sensación de comunidad y pertenencia, lo que puede resultar en una mayor lealtad de marca a largo plazo. En este tipo de campañas, el micro o nano influencer puede ser más adecuado, ya que sus audiencias suelen ser más activas y dispuestas a participar.

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En resumen: ¿Cómo decidir?

Elegir el tipo de influencer adecuado depende directamente de lo que quieras conseguir. Aquí no hay una respuesta única, sino que cada tipo de campaña tiene sus propias necesidades:

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Lo importante es definir claramente tu objetivo para tomar una decisión informada sobre qué tipo de influencia se alinea mejor con tus necesidades. Y recuerda, los números son solo una parte de la ecuación: el verdadero valor está en la relación entre el influencer y su comunidad.

Herramientas que convierten la intuición en estrategia

Hoy en día, no hace falta adivinar con quién colaborar. Existen herramientas especializadas que te ayudan a identificar al influencer ideal según tus objetivos, analizar métricas reales, entender el tipo de audiencia a la que llegan y medir su nivel de engagement. Plataformas como Influencity permiten gestionar todo esto de manera centralizada: puedes buscar perfiles por número de seguidores, país, tasa de interacción o tipo de contenido.

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Además te permite ver estadísticas detalladas sobre su rendimiento y evaluar si realmente encajan con tu marca. Te ayudan a organizar tus campañas, hacer seguimiento en tiempo real y optimizar resultados. En un entorno donde la intuición ya no basta, contar con datos precisos es la clave para tomar decisiones inteligentes.

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En definitiva…

En el mundo del marketing de influencers, no hay un único tipo que sirva para todo. Cada tipo tiene su propio valor y un rol específico que puede marcar la diferencia según los objetivos de tu marca. Ya no se trata solo de cuántos seguidores tiene un creador, sino de qué tipo de relación tiene con su comunidad, qué tan auténtico es su contenido y cómo se alinea con los valores de tu empresa.

Por eso, antes de elegir con quién colaborar, pregúntate primero qué necesitas: ¿visibilidad masiva? ¿engagement genuino? ¿conversión directa? ¿autoridad en un nicho específico? Una vez tengas claro tu objetivo, elegir al influencer correcto será mucho más fácil, y los resultados, mucho más potentes.

Y si quieres tomar decisiones basadas en datos reales, herramientas como Influencity pueden ayudarte a analizar, segmentar y encontrar al perfil perfecto para tu próxima campaña.

 

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