Os hemos engañado. En este post no vais a encontrar un código para usar en Influencity y ganar puntos con marcas y/o influencers… Este post va sobre ortografía. Simple y llanamente. Bueno, se nos ha ido un poco de las manos y también versa sobre todo un mundo de puntos que de manera figurada y/o literal forma parte de vosotros. En la medida que seáis conscientes de ello y lo uséis a vuestro favor sí os hará ganar réditos con la comunidad.
Vayamos por puntos:
Punto antes de @
Y a principio de tuit. Algunos llaman a esta práctica “truco”. Otros, “incordio”. Se trata de dirigir un mensaje en abierto en Twitter a un usuario en particular, que puedes seguir o no, para que pueda ser visto por todos los followers del remitente. Es decir, si citándolo a principio del tuit (sin punto) solo lo leían los seguidores de ambos, con esto hacemos que lo vean todos.
Que dices, ¿no es lo mismo que si lo colocaras al final de frase? Ya puestos, de este modo “antiguo” era visible para todo “quisqui”. Pues sí, pero no. Interés concreto, utilidad o ego tienen algo que ver. Que cada uno escoja su caso y actúe en consecuencia.
Punto y seguido
Es una pausa corta tras la cual seguimos hablando. Si vamos a citar a algún contacto tras la frase, simplemente ponemos una coma. Si tras ella no añadimos más, se convierte en punto final. Por supuesto, siempre detrás de él, mayúscula. Parece fácil, pero teclados, diccionarios y olvidos nos juegan a veces malas pasadas.
Y aunque uno lee los mensajes como pretende decirlos, al leer la cosa cambia. El punto, como cualquier signo ortográfico, sirve para respirar y no morir en la comunicación y no confundamos sentidos. Rupturas, malentendidos, enamoramientos indeseados… Se producen cada día sin pretenderlo.
Estáis advertidos. Luego nadie podrá decir que no dijo algo que sí dijo por culpa de no usar una minúscula mancha de más de tinta (aunque sea virtual).
Punto y aparte
Indispensable usar en blogs para diferenciar párrafos y seguir respirando. Recomendables para facilitar la lectura y un buen recurso para evitar frases excesivamente subordinadas.
Nos ayuda a cambiar de tema. Porque, a veces, es indispensable cambiar de tema.
Punto y coma
Cuando enumeremos, sumemos palabras o conceptos en una frase, no siempre valen las comas (no son suficientes para diferenciar o las perífrasis complicadas hacen que perdamos el hilo) y no sirve usar puntos y aparte (ya que dan la sensación de haber concluido una expresión y seguir hablando).
Los puntos y coma son unos de los grandes despreciados pero sirven al lector y mucho. ¡Probadlo! ¡No duele! Ahora, si es para usarlo mal, dejémoslo en punto y seguido, venga…
Punto final
Se acabó. No hay más que añadir. Pausa larga donde las haya. Respiro para todos, para quien lee y quien ha parido ese pequeño hijo llamado post, tuit, comentario…
Dos puntos
Los usamos cuando queremos decir algo que merece especial atención. Puede venir a resumir una idea, utilizarse una cita indirecta o directa. Si es directa (algo que ha dicho alguien), esta frase que sigue a los dos puntos irá entrecomillada y abriendo mayúscula. Si no, nada de comillas y en minúscula.
Es como: “Ey, atentos que esto que os digo mola y quiero que lo leáis con atención”. Damos fe de que vale la pena y como nuestro criterio es de calidad (#ojocuidao soy #influencer), escuchad.
Puntos suspensivos
No encantan. Y los usamos mal casi la mayor parte de veces. Los puntos suspensivos sirven para eso, para dejar en suspenso algo. Pero confundimos el “supenso” con el “suspense”. Y, por favor, SOLO SON TRES.
Si citamos una retahíla de palabras y dejamos la frase inacabada porque se puede intuir la progresión y se entiende perfectamente el sentido, podemos colocarlos sin problemas. No sirve enumerar dos palabras y ponerlos. Ni una.
Ahora, si queremos dejar una frase inacabada porque tenemos una inquietud literaria o poética, es otro cantar. Pero, asumidlo, no todo lo que escribimos es prosa o poema. No siempre se nos lee como esperamos ni como creemos que escribimos.
A buen entendedor… (ajá)
Puntos para un listado
Los listados son muy prácticos, especialmente cuando sugerimos pasos a seguir. Con ellos podemos lograr una escritura estructurada y una lectura rápida. Podemos garantizarnos que nos lean hasta el final.
No hay que confundir con los guiones que, para según qué casos, pueden cumplir la misma función. Pero para emular un diálogo solo nos servirán los guiones. Y, si trabajamos con WordPress, de forma estratégica nos resultará más rentable usar puntos ya que nos ayudarán a un mejor posicionamiento en Google.
El abuso, como en todo, nos llevará a un sinsentido.
Punto, esa chispa que uno tiene (o no)
Uno puede ser blogger o tuitero o lo que quiera ser. Y uno puede creer que tiene gracia aunque solo le sigan sus colegas. Incluso que ni tenga amigos pero se crea molón porque su madre se lo dice.
Hay quien de verdad tiene ese punto especial, esa personalidad que se convierte en ocurrencia con pocas letras compartidas al mundo, y se convierte en un virtuoso de la red o que, sin embargo, no tiene mucho eco. El caso es tenerlo y compartir pese a la mucha o poca repercusión. Esa chispa se tiene o no se tiene. Con ese punto se nace o se crece.
Punto de sutura
Es lo que puedes necesitar si eres un bocas o te encuentras con un malencarado. Tus palabras pueden provocarlo, aunque sea figuradamente por la avalancha de críticas. Si te gusta acumular heridas de guerra, ya sabes qué nombre ponerle. Y si no es tu rollo, evítalo. Como siempre decimos, pensemos qué queremos decir, qué queremos conseguir y seamos consecuentes.
Un tema: en la red no hay más médicos que tu buen hacer.
Punto de cruz
Especialidad temática en auge. El mundo de las manualidades, el craft, la costura… está en alza.
En un intento de jugar con las palabras, hagamos que nuestros temas estrella no se conviertan en una cruz. Escribid sobre lo que conozcáis o queráis haceros expertos y referentes.
Puto y unto
Os habéis comido alguna letra. Además de pasar el corrector a vuestros textos, repasar propiamente los textos. Este hábito se convierte en un gran gran punto. Decir + cómo decir + cómo escribir.
Punto negro
Todos tenemos poros. Pequeños baches o grandes cráteres en nuestra historia en la red. Cosas de las que nos arrepentimos y hemos querido borrar (aunque los propietarios de alguna red social estén en posesión de imágenes o textos que nos hagan temblar), que hemos borrado o que desearíamos borrar pero queremos crecer asumiendo nuestros pasos.
Una buena técnica para avanzar es ponerle humor a la vida (y a la bio y al timeline) y cuando alguien o algo nos saque los colores decirnos y/o decir: “Sí, bueno, ¿y qué?”.
Punto G
También lo hay en la virtualidad (dando por hecho que existe en el plano físico. Si se os está yendo la olla, quizá sois influencers del tema y deberíais escribir sobre él). El tema es que todos hemos sentido placer al hablar de algo por el simple hecho de sentirte realizado, orgulloso. En otras ocasiones ese gusto llega con la aceptación popular, los likes, los favs, los RT… y en intensidad directamente proporcional. ¡Oh, sí!
Punto de partida
Te has caído . Esta es esa oportunidad de volver a empezar. Puede ser la primera vez. Puede ser la primera vez que empezáis por segunda vez. Y así, sucesivamente.
Pongamos que este es uno de esos momentos. Os dejamos con Rocío Jurado y nos vemos en el siguiente punto.
Punto de retorno
Allí donde volver. Porque siempre hay uno, aunque no lo veamos a simple vista. Regresar a los orígenes o a lo que nos motiva, aunque no sea lo que más seguidores nos da pero sí lo que más comodidad nos reporta. Merecemos estar seguros de lo que hacemos y nuestros lectores, notar que lo que leen (sean muchos o pocos) está escrito a conciencia y con pasión.
Punto muerto
Para. Respira. Quien más te exige y te espera eres tú mismo. Si hay llegado a un momento en que no das más, coge otra dirección, arranca y coge velocidad.
Punto de inflexión
Ese momento en que caes o asciendes, en que todo cambia. Es ese punto que se convertirá en orgullo de tu remontada o en principio de un nuevo panorama. Será la gran anécdota de tu vida en la red que contar y recordar. En el que descubriste de qué escribir o hacer fotos; en el que decidiste abandonar un tema o una dinámica; en el que comenzaste a ser feliz o un desgraciado; en el que volviste a motivarte y saliste a flote.
Punto de fusión, de ebullición, de cocción, de…
Esos puntos en los que las combinaciones entran en equilibrio por algo y para algo. Los has sentido, los estás sintiendo, los sentirás.
Punto positivo/negativo
Nos pasamos la vida luchando por hacernos con los primeros y deshacernos de los segundos. Lo importante es saber que hay puntos, en positivo o negativo, que no dependen de nosotros tenerlos. Y que hay otros que nos los otorgamos nosotros mismos. Juguemos para que coincidan los positivos que nos damos con los que nos den y trabajemos para que los malos no pesen tanto en las mochilas. Así continuaremos siendo frescos en nuestras aportaciones en la red.
Punto de lectura
También pueden marcar nuestros posts para leer más adelante. “Usted se quedó aquí”. Lo que interesa es que vuelvan a nuestra página, nuestro perfil, nuestro blog… Dejar marca e ir abandonando miguitas de pan para que sepan regresar a nuestro mundo. La clave es perseverar.
Punto de vista
Todos tenemos uno y si no, podemos utilizar el de otro. La manera de ver el mundo y de cómo lo contemos es lo que nos da personalidad. Hay ocasiones en que estamos más acertados o más convencidos de lo que decimos que otras, pero el caso es que recordéis que siempre podemos tener una opinión y un enfoque.
.com .es .net .org…
Escoge tu apellido. Puedes y debes.
Punto en boca
Callar. Ponemos punto final en una conversación o nos cosemos los labios de forma figurada. A veces se convierte en un punto de inflexión.
O podemos hacer callar. Lo que se puede convertir en una satisfacción, que nadie pueda replicarte porque tienes argumentos firmes que no hay quien rebata. A veces, solo a veces, se convierte en punto G. Chitón.
Puntos sobre las íes
Ligado con el anterior, hablar clarito. Si no todos sabemos, sí todos queremos.
Punto de encuentro
Una red social, un grupo de debate, una hora, un hashtag… Cualquier lugar, momento y motivo en que te reúnas con tu comunidad para desarrollar tus dotes de influencer. En ocasiones, incluso, pasa por la desvirtualización. ¡Emocionante!
Punto clave
El kit de la cuestión, de la discusión, de nuestra especialidad. Es importante no perder nunca de vista cuál es en cada ocasión para no perder el control de nuestras palabras ni el sentido de lo que queremos decir y aportar. Solo así podremos explicar lo que hacemos y decimos en caso de malentendido o crisis.
Aquí: ¡! y ¿?, también hay puntos
Detrás de ellos, mayúsculas.
Puntos caritas
y un largo etcétera que, se supone, sirven para expresar emociones.
…
Y bueno, damos la puntilla a este post, a punto de seguir sacando punta. Mejor ponemos ya punto en boca y os dejamos con este puntazo que esperamos, os dé un puntillo para poner vuestros propios puntos sobre las íes. El objetivo es dejar de punta en blanco vuestro punto de vista sobre cada punto positivo y negativo de este punto en el espacio donde vivimos.
Nos tenéis como punto de apoyo, apuntadlo. Y, dejadnos puntulaizar un punto: somos puntillosos, punteros, puntuales y puntales.
Influencity[PUNTO]es
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