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5 min read | febrero 12, 2015

Íñigo Montoya rima con... honor

Íñigo Montoya rima con… honor

Dos cosas son las que se recuerdan principalmente de la película La princesa prometida: La expresión de Wesley “como desees” despeñado por un barranco y la declaración de intenciones del español Íñigo Montoya buscando venganza por la muerte de su padres. Bueno, y para algunas personas también que el abuelo del niño enfermo era Colombo, que el propio niño era el protagonista de Aquellos maravillosos años y que la princesa era la guapa de Santa Bárbara (uff… qué mayores quienes os acordéis…) .

Esto va de defender una causa y de ser auténtico. De emprender un viaje en solitario, acompañándote de seres por el camino, enfrentarte a tus miedos y alcanzar tus objetivos. Y de ser firme. Pero no tanto como quieres aparentar o como, por miedo y ceguera, quieres ser. Ciertamente abierto al cambio, a mirar al horizonte y encontrar la herramienta adecuada para llegar a tu destino y hacer buenos aliados por el camino. Eso, en definitiva, es Íñigo Montoya y también la esencia de un influencer, alguien que se atreve a lanzarse con los únicos recursos de su propia personalidad y bagaje personal para defender su propia causa y salir victorioso.

Se trata de ser fiel a uno mismo, a explorar dentro y fuera de sí y sumar habilidades y recursos. Se trata de honor: “Cualidad que lleva a una persona a comportarse de acuerdo con las normas sociales y morales que se consideran apropiadas”; “Buena reputación”; “Aquello por lo que alguien se siente enaltecido o satisfecho”.

Por esto y mucho más -como habernos regalado una gran frase para camisetas, salidas chisposas en conversaciones con amigos y un nombre de chiste-, Íñigo Montoya entra en nuestra #Influpedia.

Nos quedamos con ese, con el español de bigote y cicatrices de espada en sus mejillas capaz de respetar y hacer amistad con el que creyó su enemigo. Aunque el actor que le diera vida en la pantalla quedara lastrado durante años por las críticas por su trabajo en los principios de su carrera y su reacción fuera, según él mismo, “abominable”.

No obstante, de Mandy Patinkin también hay algo que aprender: a sus más de 60 años tocó el cielo profesional con la serie Homeland y, aunque no todo el mundo le reconociera bajo la pesada barba blanca, ahí está la misma fortaleza. Personajes clave, personas fuertes. Ayer  y hoy.

Mandy Patinkin.
Mandy Patinkin.

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