Hace justo un año, había finalizado una experiencia inolvidable que pusimos en marcha desde Influencity y que sabemos que Clara Montesinos (@claramontesinos) y Pepa Gómez (@PulgarcitaPe) aún conservan fresca en la memoria: vivir en un escaparate 24 horas. Nuestras dos compañeras del departamento de Marketing pasaron un día completo viviendo, literalmente, en apenas cinco metros cuadrados en el escaparate de Place Valencia.
De esta mantera, queríamos dar valor al trabajo que los influencers llevan a cabo día tras día. Porque, es cierto, ser líder de opinión no es fácil, ya que detrás se halla un arduo trabajo que queríamos demostrar en vivo y en directo. ¡Esto sí que fue ponernos en la piel de un influencer y que la gente lo pudiera conocer de primera mano!
Vamos a imaginar cómo sería la vida de un influencer durante un día; un influencer del mundo de la moda, del lifestyle, de la decoración o de la gastronomía se levanta temprano para iniciar su jornada laboral. Lo primero que hace nada más abrir los ojos es coger el smartphone, abrir Twitter y dar los buenos días a toda la comunidad que lo sigue, subir una canción a Facebook para alegrar la mañana o mostrar en Instagram el desayuno. Pero también comienza a buscar información de calidad para compartirla con todos sus seguidores.
Obviamente, ahí no queda la cosa. Además de su trabajo, la mayor parte de influencers cuentan con su propio blog, profesional y muy bien elaborado. Hay que ponerse manos a la obra para compartir con su audiencia todo aquello que la motiva a seguirle: sus conocimientos, su pasión por el tema que aborda, su desparpajo, sus habilidades para escribir o las fuentes que posee para subir un post.
La vida de un influencer no se centra sólo en buscar información o crearla y compartirla con sus seguidores. También busca experiencias para poder contar a toda la gente que le sigue cómo es la tienda que acaba de abrir en el centro de la ciudad o la nueva línea de ropa de una marca o si un restaurante, al que va a acudir a comer, prepara tan buena comida como comentan por ahí. Nos ayudan en la review de productos a que podamos conocerlos mejor y forjarnos una idea de lo que puede ser.
En un mismo día, un influencer da la cara (y pone las palabras) de un montón de cosas. Y cuando cae la noche, tiene que salir corriendo a un evento al que ha sido invitado para, acto seguido, ir a escribir sobre cómo se ha desarrollado para que sea difundido. Igual ya es media noche, el día ha sido complicado, pero ahí lo tenemos, al pie del cañón. Dando las buenas noches a su gente, por supuesto.
En definitiva, la exposición pública de un influencer y lo que opina o lo que prescribe permanece las 24 horas del día en las redes sociales. Detrás, está un trabajo elaborado y concienzudo. Pero, sobre todo, se hace con mucho cariño. Y todo esto es lo que quisimos demostrar con aquel #influencer24h que hoy queremos recordar, para que se siga reconociendo el esfuerzo por parte de los influencers con los que en Influencity trabajamos día a día.