Marketing de influencers
Vivir en el escaparate (segunda parte)
Nuestras sospechas eran ciertas. Descansar, lo que se dice descansar, no lo logramos mucho. Pero en cada segundo de nuestra noche no desapareció la sonrisa de nuestras caras, agradecidas por estar en plena calle Cirilo Amorós de Valencia y por las sinergias que habían surgido para hacer posible nuestro experimento. De entrada con Caroline, de Juan Moragues, La Conserva, de Cristina Balboa, y Soldadito Pappó, de Jose Martorell, socios de Place Valencia, cómplices indiscutibles de que #Influencer24h estuviera siendo una realidad y lo mucho que estaba por llegar.
A los ruidos de tuberías y ruedas que de noche se convierte en fantasmagóricos se sumaron los de carga y descarga de bidones de basura, voces y pasos, luces de faros de coches y la propia Policía -anonadada- y visitas sorpresa casi a cada hora -de todo tipo, por cierto-. Una sinfonía que nos obligó a una vigilia llena de sorpresas y a vivir una noche única en el escaparate que echaremos de menos (¿será la última?).
Noctámbulas y curiosas
Curiosas e inquietas por naturaleza, y tras horas interactuando en las redes de la manera y forma que fuimos capaces, cuando llegó el momento de apagar las luces decidimos incumplir unos minutos las reglas… Lo confesamos. Pero es que las reglas en ciertos momentos están para romperlas y quien diga que no ha soñado alguna vez quedarse a solas en una tienda y deambular entre sus productos, ¡miente!
Además, comprended que si eso ocurre portando una linterna y una de las compañeras de aventura lleva un camisón que puede resultar muy gracioso por el día pero que parece sacado de una película de terror al caer la noche, más te vale no quedarte solo… En definitiva, si no puedes con tu enemigo únete a él o lo que es lo mismo en este caso, id juntas a lavaros los dientes y dejaos de historias.
El paseo dio de sí mucho, risas, sustos y más anécdotas para la mochila. De vuelta al escaparate decidimos que fueran nuestras espaldas las que decidieran cómo repartir el espacio. Así que la de Clara escogió formar una L con sus piernas y acoplarse en el cómodo sofá de Unamo dising studio y la de Pepa, reposar sobre una esterilla y un saco que previsoramente habíamos llevado hasta la tienda.
Lo que desde luego no esperábamos era encontrar pareja y, bueno, aunque eso sería ya carne de otro post, os mostramos un poco del comienzo de una bonita amistad…
Móviles cargando lejos de nuestro alcance y ordenadores apagados, la conexión con el tiempo nos la dio un pequeño cubo de madera, un original reloj cortesía de Caroline que formaba parte de nuestra decoración: con cada palmada, voz o apertura y cierre de aparcamiento contiguo se encendía marcando las 3, las 4, las 5… Compinchados con él estuvieron un grupo de adolescentes que decidió agolparse contra el cristal, otro de parejas que dijeron venir adrede para saludar y comprobar que allí seguíamos, una pareja de policías a constatar que no éramos maniquíes, amigos que volvían de fiesta, desconocidos que salían a pasear o volvían a casa y retrocedían sobre sus pasos viendo a dos chicas en pijama tumbadas prácticamente en la calle… ¡Impresionante!
Desayuno con sorpresa
Y dieron las 8 horas y no pudimos hacer otra cosa más que ponernos en pie. Quitar legañas, mover mueble, adecentar el pisito, conectarnos a redes, hacer recuento de publicaciones, repasar la agenda prevista y volver a mirar el reloj esperando que llegara el momento de lo pactado: abrir a las 10.30 horas en punto.
Jose veló por la imagen de nuestro rinconcito privilegiado y puso fin a esa nebulosa de marcas de manos y labios que nos envolvían.
Perfecto y a prueba de reflejos, vimos lucir de nuevo la maravillosa moto antigua que ya es seña de identidad de la puerta de Place Valencia para cuanto pasa por su puerta, cargada de flores de Insa Ornaments, una de las tiendas que compone el espacio y que también nos prestó un pequeño ramillete de flores secas para ambientar nuestro saloncito. Y junto a nuestro sofá un nuevo amigo, un original taburete de Caroline en forma de galleta que nos salvó de algún que otro apuro.
Comenzó el fluir de gente en la tienda y también en la acera y, de pronto, tras un goteo constante de tuits desde hacía un par de horas, apareció el influencer Frank Murray (@frankmurray). Pijama de seda azul, calzado de Myblüchers, gafas de sol, la prensa del día y una taza que lo anunciaba todo: ¡La Más Bonita Valencia iba a endulzarnos el inicio del sábado!
Cruasanes, tartas, cafés con leche y zumos de naranja. La cosa no podía empezar mejor y por si fuera poco nos quedábamos con tres tazas maravillosas. Pero los detalles no habían hecho nada más que empezar. Myblüchers no solo calzaba a Frank, la firma tuvo el detallazo de presentarnos algunos de los modelos de su nueva colección y permitirnos elegir entre ellos para estrenar el otoño pisando fuerte. Fotos, sonrisas, confidencias y ánimos precedieron a la marcha de Murray. Ya estábamos preparadas para arrancar con la agenda.
Entrevistas y eco en la prensa
“Salís en el periódico”, “¿Habéis visto este vídeo?”, “Mirad quién ha comentado esto”… Los amigos de Place Valencia, familiares, compañeros de profesión, curiosos comenzaron a ponerse en contacto con su presencia o a través de las redes y móvil para informarnos de algunas noticias. Y pronto llegaron más periodistas para conocer este experimento de Influencity y su porqué.
Era el momento de explicar de nuevo que estábamos ahí porque es una manera divertida y diferente de tratar de poner en valor el trabajo de los influencers, esas personas de alta reputación online a las que no siempre les es fácil hacer entender cuánto cuesta crear contenido de calidad y ser valorado por sus aportaciones, esos líderes de opinión que marcas, agencias de comunicación y pymes buscan y a los que no siempre logran llegar. Y que en esa brecha Influencity actúa para facilitar la labor a todos y ayudar a lograr un fin interesante para unos y otros, profesional y serio.
Y tuvimos la oportunidad también de hacerlo en la radio, con la entrada de Clara en directo por teléfono antes de comer.
Momento belleza
La consultora de belleza Yliana Jacqueline (@YlianaJacquelin) nos sorprendió con un arsenal de productos mágicos. Con sus manos y en muy poco tiempo logró que desaparecieran de nuestros rostros los estragos de una noche sin dormir y nos sintiéramos a punto.
No tardaron en coincidir en espacio y tiempo @RojoValentino, María, blogger de moda, y Alejandro Platero (@PlateroChef), chef del Restaurante Macel·lum. La reconocida influencer valenciana con una increíble sonrisa se dispuso a hacer el recorrido por la tienda para escoger dos total looks de entre los espacios de moda, complementos y vintage que quisieron participar de este experimento #Influencer24h de Influencity. Lolina by Carolina Orts, El Andén de, Carmen, Lucía en el Armario, Mar de Ardora, Bohemismo, Qué Qué Art, La Conserva, Caroline y Soldadito Pappó. Y entre tanto, nuevos objetos entraron a formar parte de nuestra decoración, un marco con foto de un niño en blanco y negro al que bautizamos Antoñito, una original planta sin maceta de Verdearte, una taza con el dibujo de la mancha de pintalabios con la que nos sentimos plenamente identificadas de Caroline…
Comemos con Alejandro Platero
Dejamos a María imaginar para nosotras mientras nos dispusimos a degustar los platos del gran chef. Con muchas ganas de probar cada propuesta de Alejandro pusimos la mesa con cubiertos de casa y unas preciosas copas granates y la compañía de una vela prestadas por el espacio de uno de los espacios de decoración y restauración de la tienda, Inspirarte.
Con todo listo, ¡manos a la obra! Menestra transformada en obra de arte, degustación de pescado y el entrante estrella de la casa Macel·lum indescriptiblemente exquisito, un arroz con pollo de corral y caracoles para volverse loco y un postre que se deshacía en la boca con toques de manzana y canela. ¡Espectacular!
Total looks by @RojoValentino
Con el estómago lleno, entramos de lleno en contacto con las prendas seleccionadas. Clara permaneció en el escaparate y Pepa se dejó querer por los consejos de la blogger y la atención de las firmas que participaban en el juego. Así, surgieron un par de looks de los que @PulgarcitaPe no quería desprenderse…
El primero, vestido de Mar de Ardora, zapatos de Soldadito Pappó, bolso de La Conserva, gafas de Caroline, pulseras de Qué Qué Art y Bohemismo, fular de El Andén De y broche de Lolina by Carolina Orts.
Y el segundo total look, también vestido de Mar de Ardora, cinturón y pulsera de Qué Qué Art, collar de Carmen, bolso y zapatos de Soldadito Pappó y pendientes de Lolina by Carolina Orts.
Visitas como joyas
Desprendida de tanto glamour, atenciones y flashes, había que volver al escaparate. Y una vez juntas esperábamos un envío especial de Singularu, la firma que convierte en joyas tus diseños y te invita a personalizarlos de una manera muy sencilla y única. Para nuestra sorpresa dos de los responsables la empresa, Paco Tormo (@PacoTormo) y Cristina Aristoy (@crisaristoy), nos trajeron en persona las pulseras de la amistad que acaban de lanzar. Una propuesta para inmortalizar sentimientos y vivencias. Encajaba a la perfección con nuestra experiencia, es la verdad. Así que nos sentimos afortunadas por este nuevo regalazo.
Entre música, golosinas y unas cervezas
Nos parecía mentira haber llegado a la tarde sin darnos cuenta, sin parar. A falta de un momento para una merecida siesta nos dispusimos a eso de las 18 horas a recibir a más y más gente estupenda. Cumplió con su cita con nosotras Borja Santamaría (@borjasantamaria), periodista y dj influencer, y nos sorprendió con dos botes de gominolas con una pegatina que nos hizo especial ilusión: con el hashtag de nuestro experimento, #Influencer24h.
Además, escuchamos en el escaparate una sesión que grabó para nosotras y charlamos amigablemente sobre su trayectoria en las redes y su evolución profesional. Pero no estuvimos solos, nos visitó otra blogger de moda y escritora, Ana o también conocida como @MalditoNarciso, y apareció Guillermo Lagardera (@GuilleLagardera), de la marca de cerveza artesana Zeta, y nos agasajó con un cubo repleto de botellines y hielos. Si no era suficiente reclamo dos chicas pasando algo más de 24 horas en un escaparate a la calle, exquisita cerveza fresca hacía nacer en muchos el deseo de querer entrar.
Pensamientos tras el cristal
Definitivamente, habiendo cumplido con nuestra agenda prevista y habiendo lidiado con tanto (la gran mayor parte con circunstancias buenas y positivas) entrábamos en la recta final de nuestro paso por el escaparate. Y se abrió la veda casi sin darnos cuenta. El sábado tarde parecía una buena opción para curiosear por el centro y recibimos muchas visitas inesperadas de amistades, familiares, personas que hacía mucho que no veíamos y otras tantas a las que jamás habíamos puesto rostro. Todos querían hacerse fotos dentro o fuera del escaparate para subir a sus redes y todo ese interés nos permite hoy hacer un balance extraordinario de nuestra propuesta alocada pero seria.
Ambas tuvimos tiempo durante la estancia en el escaparate de Place Valencia para decir en voz alta pensamientos y poner nombre a sentimientos y sensaciones fruto de esta experiencia. Otros han venido después. Y si nos quedamos solo con los que tienen que ver única y exclusivamente con nuestra acción y su objetivo, es de destacar algunos de ellos:
- Se suele decir que estar en las redes sociales impide vivir la vida real. Pues bien, hay mucha más gente sin móviles en la mano que va por la calle mirando el suelo y no se da cuenta de que hay un escaparate viviente a su lado. Y resulta que estar al tanto de todo o de lo que nos apasiona y compartirlo no es solo real, sino algo consciente y muy trabajoso.
- Estar constantemente en acción, con una apretada agenda, hace que te sea imposible atender a todos los gestos, buenos o malos que te rodean. Y estar en el punto de mira por ese motivo te hace aprender a valorar más lo bueno que dejarte llevar por lo malo. Si no, imposible avanzar.
- La generosidad es un valor a poner en alza de aquellas personas que lo tienen y lo saben demostrar. Compartir en el cara a cara o en la red es digno de admiración.
- No a todo el mundo gustas, pero que te tengan en cuenta hasta para decir que no gustas es tener algún tipo de repercusión y efecto. Estar expuesto y persistir no es nada fácil.
- La comunicación importa. No solo las empresas, grandes o pequeñas, deben velar y apostar por ellas sino que el tú a tú y el entendimiento entre las personas resulta básico para vender y comprar, pero también para convencer e inspirar. Pocas cosas son fruto de la casualidad o la suerte. El esfuerzo y el talento sirven para ganar la partida.
- Es imprescindible no perder nunca la capacidad de sorpresa y disfrutar de lo que haces allá donde estás. Por eso nos declaramos fans de esta visitante anónima y nos reflejamos en su espíritu, sin edad ni límites.
- Influencity nació con el propósito sincero y real de poner en valor el trabajo de los influencers. Creemos en la profesionalización de su ardua labor y la plataforma sirve de herramienta para marcas, agencias de comunicación y pymes para lograr sus objetivos y sortear obstáculos para llegar a los líderes de opinión. Estábamos enamorados de la idea, nos comprometimos con ella y ya estamos unidos en matrimonio.
Gracias y nos vemos en las redes
Con todo, queremos agradecer a todas y cada una de las personas y firmas que han formado parte de este experimento, sin excepción, quien ha utilizado el hashtag, quien ha tenido un pensamiento para nosotras estando dentro de este cubo, quien forma por primera vez parte de la familia en las redes de Influencity o la propia plataforma y a los que ya son más veteranos, a los visitantes, a los curiosos, a quienes escucharon nuestro mensaje y a quienes hicieron su versión propia, a quienes se han hecho eco de nuestro experimento a lo grande o en pequeño, a los críticos y a los afines. A todos.
Sin duda, esta experiencia profesional ya es parte de nuestras vidas personales. Nos vemos en las redes, como siempre, y allá donde nos lleve nuestra labor. Quién sabe dónde, quién sabe cómo, quién sabe cuándo.