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6 min read | agosto 16, 2016

Influencers, la chispa del marketing emocional

Influencers: la chispa del marketing emocional

Compramos emociones. El consumidor actual busca la chispa de la vida, notar experiencias, sensaciones, y las marcas tratan de confeccionar sus estrategias bajo el prisma de ese marketing emocional, que conecta y crea engagement. No es lo mismo adquirir un producto por rutina que otro que genera un impacto y, por tanto, un mayor recuerdo de la marca. Así pues, las compañías ya no buscan campañas publicitarias en las que se expliquen las ventajas de los productos, sino crear valores, deseos y emociones que identifiquen al cliente con la marca.

Las emociones apelan a sentimientos del subconsciente y, por ello, tienen más influencia sobre la decisión de compra que, por ejemplo, si se cuentan sólo los atributos de un producto. El marketing emocional trata de desarrollar acciones para lograr un lazo de unión con los consumidores que derive en la fidelización. Además, es sinónimo de sensaciones positivas, puesto que este marketing sigue una premisa: la compra es el resultado de una emoción y si ésta es positiva, el cliente compra y si no, no lo hace. De hecho, muchas marcas como Coca-cola comunican felicidad y ganas de vivir, unos sentimientos a los que se han sumado muchas otras empresas, sobre todo, en época de crisis en la que la gente necesita una mayor dosis de positivismo.

Más allá del neuromarketing, una de las vías que están empleando las estrategias de marketing emocional es trabajar con influencers, ya que cuentan con una audiencia fiel y son capaces de dejar huella, es decir, de transmitir emociones. Una persona influyente en redes sociales además de dar su opinión sobre un producto, suscita empatía con sus seguidores con una comunicación emocional y personal. Así, el vínculo de afectividad entre la marca y el consumidor es más fuerte a través de este tipo de acciones que si se emplean otras relacionadas con la publicidad tradicional, que bombardea diariamente a la gente tanto en medios on como off line.

Básicamente, se trata de una forma de “llamar a los corazones” de los consumidores a través de las emociones que despiertan los influencers. Éstos pueden despertar desde una lágrima hasta una sonrisa, buscando también transmitir sensaciones y crear experiencias a una audiencia que les sigue día a día. Esta unión del marketing emocional y de influencers da un paso más allá para conocer y aproximar clientes potenciales a las marcas. También es una buena manera de diferenciarse de la competencia, de llevar a cabo algo diferencia que contagie a las personas.

Las principales claves para realizar una campaña con influencers partiendo del marketing emocional son:

Seleccionar muy bien al influencer, ya que uno u otro no va a transmitir los mismos valores de marca. Fíjate bien qué publica, cómo comunica y con qué calidad para saber si va a despertar los sentimientos que se buscan.

Analiza el target. Puede que hayamos encontrado a la persona influyente que nos encaje, pero, ¿y su audiencia? Analiza su público objetivo porque, realmente, será el nuestro y hay que saber si nuestro producto les interesa.

Enfocar la campaña desde el punto de vista emocional. A la hora de trabajar con el influencer hay que crear sentimiento de marca.

Transmitir experiencias. Como hemos comentado, el marketing emocional se basa en sensaciones. Deja libertad al infuencer para que desarrolle aquellas acciones que considere más idóneas para acercar emocionalmente a sus seguidores con la marca.

Influencers y marcas tienen ese nexo en común: despertar sentimientos y emociones, comunicar sensaciones y contar historias con las que vivamos experiencias. Por ello, el marketing emocional y de influencers son el combinado perfecto para que un producto pueda llegar a la gente de forma natural, que no se vendan objetos que sólo se usan. Al fin y al cabo somos animales emocionales.

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