He visto muchas campañas de marketing de influencers, y puedo decir que el storytelling es lo que marca la diferencia entre una campaña que genera likes y otra que realmente conecta con la audiencia. No se trata solo de promocionar un producto; se trata de contar historias que emocionen, inspiren y construyan vínculos auténticos.

Por qué el storytelling es clave

En mi experiencia, las marcas que logran humanizarse mediante historias consiguen resultados mucho más sólidos:

• Conectan emocionalmente con su audiencia: no venden un producto, venden una experiencia o un valor.
  
  
• Aumentan la fidelidad: los seguidores se sienten parte de la historia y regresan por más.
  
  
• Generan memorabilidad: una historia bien contada se recuerda mucho más que un simple anuncio.
  
  

He comprobado que cuando los influencers comparten experiencias auténticas, los seguidores se enganchan de verdad, porque sienten que están viendo algo cercano y real.

Leyendo un artículo en Forbes que me llamó mucho la atención, Ashlee Piga, especialista en marketing, explica cómo las historias auténticas pueden potenciar cualquier campaña de relaciones públicas. Según ella, compartir relatos reales sobre cómo un producto o servicio impacta la vida de los clientes genera confianza, humaniza la marca y refuerza su credibilidad.

Diferentes maneras de contar historias que conectan

El storytelling no es solo una herramienta más: es lo que realmente hace que una campaña funcione. He visto cómo puede transformar por completo la manera en que los usuarios perciben una marca.

Humaniza la marca como IKEA

Cuando un influencer cuenta una experiencia real, noto que los usuarios dejan de ver la marca como algo impersonal. Empiezan a asociarla con emociones, valores y personas. Me gusta ver cómo esto genera cercanía y confianza, algo fundamental para convertir seguidores en clientes leales.

IKEA lo ha hecho muy bien. Ellos no venden simplemente “muebles”, venden la idea de hogar, de crear espacios donde suceden momentos importantes. Su narrativa se construye a partir de escenas cotidianas: una comida en familia, amigos que comparten risas en el salón, padres que decoran la habitación de sus hijos. Estas historias transmiten autenticidad y cercanía, dos valores que conectan directamente con lo que buscan los usuarios en redes sociales: sentirse parte de algo real y humano, más allá de un simple producto.

Genera conexión emocional como CocaCola

Una historia bien contada puede generar más engagement que cualquier campaña centrada únicamente en descuentos o productos. Las emociones son un motor poderoso: alegría, sorpresa, orgullo, empatía… y lo que más me impresiona es cómo estas emociones hacen que los usuarios recuerden la marca y quieran interactuar con ella.

Coca-Cola lleva años utilizando esta fórmula. Es un referente claro en storytelling. La marca ha sabido situar en el centro no tanto la bebida, sino las emociones: amistad, felicidad, unión, celebración. Desde campañas como “Comparte una Coca-Cola” hasta sus clásicos anuncios navideños, el producto aparece integrado en historias que apelan a la conexión humana. Esto demuestra que cuando las campañas ponen el foco en las emociones, la marca queda vinculada a recuerdos positivos y duraderos.

Facilita el recuerdo de marca como GoPro

Siempre me ha llamado la atención cómo una historia impactante se queda en la memoria de los usuarios. No solo recuerdan el producto; recuerdan la experiencia asociada a él. Por eso, cuando pienso en campañas de storytelling, sé que estoy construyendo algo que hará que la marca sea lo primero que venga a la mente de la audiencia en esa categoría.

En el caso de GoPro, cada vídeo compartido por un usuario es una historia que se queda grabada. No pensamos solo en la cámara, pensamos en la aventura, en la emoción del momento capturado. Esa asociación es la que hace que la marca sea la primera opción cuando alguien piensa en cámaras de acción.

Fomenta la acción como Banco Santander

No basta con que los usuarios vean la historia; la clave está en que actúen. He visto que cuando un influencer integra la marca en una narrativa auténtica, la acción surge de manera natural: compran, comparten, comentan o participan. Y lo mejor es que no sienten que están siendo “vendidos”, porque el mensaje no se percibe como publicidad forzada.

El Banco Santander lanzó la iniciativa #LouderTogether, que reunió a jóvenes artistas de siete países de habla hispana y portuguesa para formar la banda musical global LoudT. A través de TikTok, los artistas colaboraron en la creación de una canción y su videoclip en Barcelona, con la participación del cantante español Omar Montes. Esta campaña no solo promovió la marca, sino que inspiró a la audiencia a unirse y participar activamente en la creación musical, generando una conexión emocional y motivando la acción sin que se percibiera como una estrategia publicitaria tradicional.

Crea comunidad y engagement sostenido como Ecoalf

Algo que siempre me emociona es ver cómo las historias generan comunidad. Cuando los usuarios participan, comentan y generan contenido propio. Esto no solo multiplica el alcance, sino que da vida a una comunidad en torno a la marca, algo que las campañas puramente transaccionales rara vez consiguen.

Ecoalf, una marca española de moda sostenible, ha utilizado el storytelling para conectar con su audiencia. A través de videos y contenido en redes sociales, Ecoalf muestra el impacto positivo que generan sus productos, destacando historias de comunidades involucradas en la recolección de residuos. Esta narrativa ha fortalecido el vínculo entre la marca y sus consumidores, creando una comunidad comprometida con la sostenibilidad.

Por qué apostar por el storytelling en el futuro…

Después de ver tantas campañas de marketing de influencers, estoy convencida de que el storytelling es lo que realmente marca la diferencia.

Cuando pienso en las marcas que más me han inspirado, todas tienen algo en común: han sabido humanizarse a través de relatos auténticos. Eso es lo que conecta, lo que hace que volvamos a ellas y lo que convierte a simples seguidores en verdaderos embajadores. Para mí, lo más poderoso es ver cómo una historia puede generar comunidad, confianza y hasta motivar a la acción sin que se sienta forzado.

Al final, lo que me queda claro es que la gente no solo recuerda anuncios… recuerda historias. Y eso es lo que quiero transmitir cada vez que pienso en una campaña: que más allá de la venta, quede la emoción, el recuerdo y la sensación de haber compartido algo real.