Marketing de influencers
5 consejos para mejorar mi imagen online
¿Todavía sigues preguntándote por qué en tu blog de tecnología solo comentan sexagenarias que hacen punto de cruz? ¿O por qué todos tus followers de Twitter son filipinos adictos al fútbol? ¿Por qué a tu cuenta de Instagram solo le llegan likes de ingenieros aeroespaciales? Probablemente, aunque no seas un genio, te hayas dado cuenta de que algo falla… ¡Tu imagen!
En el mundo en que vivimos en el fondo todos tenemos un punto superficial, materialista, en el que el físico o las primeras impresiones importan, y mucho. ¡En las redes sociales no podía ser menos! Tu web, tu foto de perfil, tus tuits… Todo un cúmulo de pequeños gestos y actos nos definen, dicen quién realmente somos en el mundo online. Y al igual que no sales a la calle de barro hasta las cejas, no debes proyectar una imagen “sucia” de ti.
Con estos sencillos trucos conseguirás convertir ese jersey de lana raído en un bonito traje de gala:
1. Cuida tu foto de perfil
Tu foto de perfil es lo más aproximado a que alguien te mire a la cara cuando te habla online. Y muchas veces es literalmente así. Para esto no hay normas estrictas, pero por lo general la gente confía más en quién puede ver y mirar a los ojos. Es recomendable evitar gafas de sol, pañuelos en la cara, bolsas de papel… Hazte esta pregunta: ¿Si me acerco a alguien por la calle con un pasamontañas, cómo se lo tomará? ¿Confiaría en mi? ¿Acaso yo me fiaría de mí si me viera de frente?
¡Y Sonríe! Se ha demostrado, que la gente confía más en la gente que sonríe y ya que tu foto de perfil la van a ver cientos de personas cada día, ¿por qué no aprovechar esto en tu favor?
Esto no quiere decir que no puedas usar una foto de tu perro, un dibujo, a tu hámster… Creatividad ante todo, pero antes de utilizarla de perfil, recuerda que así es como la gente te verá. Y piensa: ¿Qué imagen quiero transmitir? ¿Es esta?
2. Unifica tu esquema de colores
Imagínate esta situación: Tienes sed, vas a una máquina de refrescos y te compras una Coca-Cola fresquita. Pero, al cogerla, ¡te das cuenta de que es verde! ¿Cómo te quedas?
¿Confuso? ¿Desconcertado? ¿Repugnado? ¡Cómo mínimo! Pues resulta que no es casualidad que el color corporativo de Coca-Cola sea rojo y todo lo relacionado con la marca sea de ese mismo color… ¡Si hasta cambiaron al pobre Papa Noel!
Tu esquema de colores es parte de tu imagen y un esquema de colores unificado en toda tu presencia online (donde sea posible) denota profesionalidad y es síntoma de buena imagen.
Puede ser tu color favorito o el primero que se te ocurra, pero lo ideal es que sea el mismo en todas partes. Si estás falto de inspiración, aquí hay una pequeña guía de colores y algunas marcas que los usan:
3. Cambia esa dirección de correo
Esto es bastante fácil de entender. Tienes un blog sobre el ciclismo de los años 20 y sus implicaciones sociopolíticas en la actualidad. Y tu e-mail es: principitomoreniko22@hotmail.com. Date tiempo para pensar sobre esas dos cosas…
Bien. Ahora en serio… Tu e-mail refleja tu imagen cuando alguien te escribe, puede ser un e-mail gracioso, si esa es tu personalidad y la imagen que quieres transmitir. Pero piensa que es algo con lo que probablemente vas a tener que convivir durante mucho tiempo.
Y puede -dios no lo quiera- que tu blog de fiestas en polígonos industriales muera dentro de un año. Pero tu email seguirá contigo y si lo cambias, tendrás que pasar por el divertido proceso de recordarle a todos tus contactos que tienes un e-mail nuevo por vigésimo quinta vez.
Ya estás avisado, la decisión es tuya. Pero si decides cambiarlo, cuanto antes lo hagas, mucho mejor. Y ten en cuenta estos pequeños puntos:
[list]
[li type=”glyphicon-ok”] Evita guiones, números y símbolos raros dentro de lo posible[/li]
[li type=”glyphicon-ok”] Si es difícil de leer es difícil de recordar[/li]
[li type=”glyphicon-ok”] Gmail > Hotmail (parece broma, pero te verán menos profesional)[/li]
[li type=”glyphicon-ok”] Evita direccionesextremadamentelargas[/li]
[li type=”glyphicon-ok”] Un dominio propio puede ser perfecto para tu marca personal @miblog.com queda muy profesional[/li]
[/list]
4. Las cabeceras están para algo
Si tu foto de perfil es tu cara, tu cabecera son tus… ejem… bueno. Dejémoslo en que tu cabecera sería como el segundo sitio donde te va a mirar todo el mundo. Son grandes, espaciosas y muy visuales. Así que, ¡aprovéchalo!
Este es un sitio ideal donde dejar volar tu creatividad y dar rienda suelta a tu imaginación y carácter. Aprovecha tus colores, expón tus hobbies o demuestra todo lo que quieres a tu perro. Esto ya está dentro de tu perfil y, por lo general, a la gente le gusta descubrir algo más de quien está mirando.
Si la musa no llega, por lo menos utiliza una foto de calidad.
Pongamos que queda claro que adoras a tu perro, pero esa foto de 50x50px no va a quedar bien por mucho que la estires.
Si vas a seguir un consejo, que sea este: ¡Utiliza una foto de alta resolución!
5.Cuida tu contenido
Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común
Ya lo dijo Napoleón y eso que no tenía que preocuparse de mantener sus redes. Por favor, aunque todos sabemos que te encanta la fiesta, piensa qué imagen va a dar a tus lectores esa foto de ti bebiendo JackDaniels de un embudo vestido de hada en Halloween.
Como todo lo anterior, tu contenido es una parte de ti, una prolongación. Piensa en tu público, qué les gusta de ti, qué quieren saber. Pero, más importante: Qué NO necesitan saber.
Tus redes son quien eres, pero no está de más dejar algo de misterio para tu vida real.
Escribe lo que te apetezca, pero siempre piensa en la imagen que quieres transmitir. Y qué es lo que tus lectores/seguidores prefieren. No quiere decir que te limites únicamente a un tema, pero si tienes un blog de ilustración, poner todas las semanas un post sobre cocina, quizás no sea lo más acertado.
Con todo esto en cuenta, prepárate para recoger las avalanchas de seguidores que vas a tener de ahora en adelante. Tómalo solo como una orientación, si quieres. Bien sabes que las normas están para romperlas.
Y, sobre todo, dedica cierto tiempo a pensar sobre tu imagen y cómo mejorarla. Porque esa cabecera es preciosa, pero si la tienes puesta desde tu primera comunión… ¡Algo volverá a ir mal!
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