A este año de emociones y experiencias express, acompañados por más y más amigos -entre influencers y marcas- cada día, en Influencity sumamos a personalidades de altos vuelos en nuestra particular Influpedia. Ese lugar especial que hemos reservado para todas aquellas personas que pasaron por la vida sin redes sociales marcando a la Humanidad, con nuestra particular visión -claro-.
Confesamos que esta sección nos divierte mucho, desde el momento en que nos sentamos a pensar sobre quién hablaremos y durante el proceso de reflexión y escritura del propio post. Es un sano ejercicio ponerte al día de algunos detalles de la trayectoria de personajes de ficción o realidad, descubrir sus matices y sacarles punta.
Desde el punto de vista de la ‘influencia’, hemos descubierto que a veces damos por hecho muchas cosas, se nos impone tradicionalmente una historia de vida y nos la creemos, no ponemos peros ni nos preguntamos los porqué. Nos propusimos rascar en los motivos que han hecho a las personas influyentes por muchos años y siglos que hayan pasado y nos dimos cuenta de que hay muchos relatos paralelos posibles. Sí, rozamos en muchas ocasiones lo absurdo y lo ilusorio. ¿Pero qué es la vida sin un toque de humor y el salvavidas de la ilusión? Todos nuestros ‘influprotagonistas’ nos permiten estas licencias -al menos no nos han escrito quejándose de la Influpedia…-.
Hacemos, pues, un repaso por algunos de nuestros personajes favoritos y extractos de sus pasaportes a la #Influpedia:
Hablando de Santa Claus (o Papá Noel o Nicolás de Bari o…)
A tanta ‘locura’ le hacía falta una mujer a la que la sociedad moralista la hizo nacer estéril para justificar el amor y el afán del esposo barbudo por los niños de otras familias.
A ella le dieron el papel de amante esposa, paciente y ama de casa. Siempre haciendo galletas, ayudando a su marido con el calendario, animándole al gran día de largo viaje y esperando en el hogar, manteniéndolo caliente.Mujer de un viajante, quien se pasa el año hablando de un único tema(aunque en este caso al menos no es el fútbol), alimentando y cuidando a unos venados que parecen hablarle y cocinando sin parar, ataviada con los mismos ropajes que identifican a su marido y viviendo en lo alto de unas montañas gélidas durante todo el año sin poder compartir con una triste vecina ni su café ni su verdad para no desvelar la identidad del matrimonio.
La flamenca que ha formado parte de tantos hogares y propiciado tantas anécdotas en el haber popular, puede convertirse a partir de ahora en reliquia codiciada teniéndolo todo para ser reconocida como una auténtica influencer. Defendiendo un estilo propio se abrió paso en una sociedad en la que los referentes nacionales significaban mucho más que eso y se mantuvo firme y sonriente en estanterías, televisores y centros de mesa y ha viajado por el mundo como souvenir de la España profunda. Ha vestido de todos los colores y mantenido su mantilla intacta.
Con Mary Poppins aprendimos a andar con la espalda erguida, a pedir por favor y dar las gracias, a que lo aburrido puede ser interesante y las obligaciones, divertidas. Y comenzamos a apostar por ese concepto desconocido para un niño: actitud ante la vida. Con actitud todo es posible.Podemos pasar los tragos más amargos con una sonrisa -“con un poco de azúcar esas píldoras que os dan pasarán mejor”-.
Perico de los Palotes somos todos. Cualquiera es un cualquiera. Un cualquiera con un blog y cuenta de Twitter. Es decir, todos somos hijos, vecinos, compañeros, amigos, hermanos de alguien. Y todos tenemos una afición o una pasión por la que podríamos morir o, mejor, con las que nos gustaría poder elegir morir practicando. Y de eso saben bastante los bloggers, tuiteros, instagramers, viners o viciosos de las redes desde cualquier aplicación o plataforma existente.
¿Quién no se ha sentido impedido, lastrado por cadenas o hierros en las piernas, y quién no se ha sentido liberado y fuerte deshaciéndose de ellas? ¿Quién no ha querido salir corriendo y no parar nunca? ¿Quién en la dinámica de huir hacia adelante no ha llegado a sentirse cómodo? ¿Quién no ha apostado por algo y ha fracasado, le han defraudado y se han reído de él? ¿Quién no ha llegado a triunfar en algo, por pequeño o grande que fuera, y ha sentido la indefensión de la humildad o el zarpazo de la avaricia?
¿Quién no se ha enamorado y ha recibido un rechazo feroz? ¿Quién no ha amado más que a su propia vida y ha vuelto una y otra vez a demostrarlo? ¿Quién no ha aspirado a proteger y cuidar de todo lo que tiene sentido en la vida y quién no ha perdido el norte hasta el punto de descuidarlo? ¿Quién no se ha sentido culpable y débil y con la razón y fuerte, a veces incluso a la vez?
Por culpa de Heidi generaciones y generaciones han crecido creyendo que “Dimetú” era nombre de varón (su abuelo) y que se puede ir descalzo y despelotarse en cualquier época del año allá donde te pille sin resfriarte. Si Heidi hubiera crecido probáblemente sería monja (aprovechando que nunca le crece el pelo y que no para de hacer bondades), hubiera echado currículum al Circo del Sol (por aquello de que solo ella puede balancearse en un columpio de madera llegando a las nubes) o hubiera formado una familia con Pedro, pastor de por vida, mientras ella regentaría un horno haciendo panecillos de leche en honor y recuerdo a la abuelita de su esposo.
Escalofriante leerla en I am Malala y escucharla hablar en cualquiera de los foros en los que se prodiga. Pero todavía más escalofriante cómo continuó su historia: un día, de camino a la escuela, la atacaron a balazos con un objetivo claro: su cabeza. Por fuerte pudo ser rápidamente trasladada a Reino Unido para ser intervenida en una complicada operación. Cuando milagrosamente despertó y tras recupera el habla se mantuvo en su postura pero ahora con más firmeza si cabe: dedicaría su vida a la lucha por la Educación.
Malala es la persona más joven que ostenta el Nobel de la Paz y también cuenta con el premio Sájarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo. Es indispensable leerla, escucharla y seguirla.
Hablamos de la Lady Di que sin redes sociales la proclamaron como laprincesa del pueblo y la princesa de corazones y también como una frívola irreverente. Como fuera, y sigue siendo icono de moda, estilo y forma de ser y de vida. Una mujer que bien podría haber sido blogger de alegrías y penas, de moda y lifestyle, columnista de política y compromiso solidario, tuitera empedernida e instagramera tras las buenas causas, viajera y madre. Con todos su altibajos emocionales y alimenticios, pasando por el desamor, el desenfreno, la enfermedad, los buenos hábitos, la irascibilidad y la amabilidad. Una persona y una vida de contrastes que, puestas en la palestra, no podían pasar desapercibidas.
Pero qué más da, es Mafalda y nos da igual cómo sería su futuro o cómo sería ella misma en su versión humana en cualquiera de las décadas por las que ha pasado. Sus verdades son universales y atemporales y ella es unaniña eterna con la que todo adulto se identifica y quiere caminar. Esa parte de la conciencia que por osada e inocente es realista y contundente. La que nos hace pensar, ponernos los pies en la tierra, darnos de cabezazos contra la pared y saber qué contestar al listo de turno cuando hace falta.
ET es influencer porque aunque deseaba regresar con su madre, no ha dejado de volver a visitar a los humanos generación tras generación desde los 80. Porque es atemporal su mensaje y los valores que representa. Porque lo hemos tenido y tenemos en todo tipo de formatos ymerchandising. Porque nos gustaría saberlo todo de él, de sus orígenes, su evolución y de qué estaría haciendo ahora. Porque querríamos protegerle y ocultarlo en nuestras casas.
Genio y figura. Orson Welles fue un auténtico artista que no dejaba indiferente a nadie, desde su aspecto de hombre rudo e intratable y a la vez cercano y visionario. Siempre tuvo una razón para tocar algo, para mover un dedo, y aunque es conocido por cuatro éxitos renombrados, su vida profesional fue muy productiva, así como su forma de mirar y narrar, un ejemplo que pocos han sabido imitar.
Sí, parece pretencioso y una locura depositar en un hombre delRenacimiento, en un astrónomo, la responsabilidad de un boom de finales del siglo XX y principios del XXI. Pero su teoría heliocéntrica lo removió todo y cambió de lugar el ombligo del mundo.
Como todo cambio revolucionario supuso que a los ojos de todos resultara un loco: ¿Cómo que la Tierra no era el centro del Universo y todos los cuerpos giraban en torno a ella? Pues no. La idea no era nueva, Aristarco de Samos (310-230 a. C.) ya lo planteó, pero con Copérnico llegó el gran Giro.
Dar bola a esto suponía que la hegemonía del hombre sobre todas las cosas topara de bruces contra el suelo ya que a partir de ese momento, el Universo ya no se podría concebir como cerrado y jerarquizado, sino indeterminado e infinito con un centro diferente a esta esfera en que vivimos. ¡Inadmisible!
Es un maestro, un visionario, un atrevido, un currante y, sobre todo,un artista único. Todos esperamos saber en qué trabaja o con qué va a sorprendernos y esa curiosidad no la genera cualquiera.
Mirad si es influencer que de una anécdota de su juventud se ha maravillado la discografía de toda su vida.
Hizo lo que quiso, magistralmente. Y lo hizo porque podía: “Pintar como los pintores del Renacimiento, me llevó unos años, pintar como los niños me llevó toda la vida”. Revelador, ¿no?
Siete nombre para un ser complejo: Pablo, Diego, José, Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, María de los Remedios, Cipriano, de la Santísima Trinidad. Miles de palabras y frases que describen al artista. El influencer del caos no casual.
Le habrían impuesto a varios community manager para controlar cada una de sus palabras en cada una de sus facetas. Pero seguro, también, que se habría saltado las normas a su antojo, tocada de algo o por alguien, y hubiera convertido en viral sus Vines con besos u ocurrencias achispada, en millones de likes sus selfies entre sábanas en Instagram y Facebook o en trending topic sus confesiones irreverentes de rubia lista enamorada del marido de otra o de tintada que se hace la tonta jugando a ser frívola.
Leonardo di ser Piero da Vinci lo inventó todo. Bueno, quizá no, pero sí inventó tanto posible y tanto tanto imposible para su época, que bien merece ser reconocido como el paradigma del Renacimiento. Aunque más bien podríamos reconocerle el nacimiento de muchas cosas y, también, de no cosas. Dijo que “si es posible, debe hacerse reír hasta a los muertos” y, en ese afán, lo intentamos con él allá donde las estrellas a las que profesaba culto y respeto lo hayan colocado: le apodaremos hoy “el primer Juan Palomo”.
Pensaba, imaginaba y veía en lo invisible sin ni siquiera pretenderlo y para llegar a materializar cada visión, inventaba cuanto fuera necesario, aunque todavía el mundo no estuviera preparado. Así que se lo cocinó y se lo comió.
Para no tener ombligo se lo miraba bastante bien. Eva no solo fue la primera hembra humana sobre la faz de la tierra, también fue la primera influencer y, además, emprendedora. Se plantó, tomó una decisión propia y la llevó a cabo. Muy importante: arrastró con ella a otra persona. Parece poco, pero es que sólo había una. 100% de éxito. Trajo el cambio, la revolución, otro punto de vista a una realidad única e impuesta. Marcó tendencia.
Le dijeron que el edén molaba. Pero, sinceramente, desnuda y con un solohombre, algo faltaba. La han llamado de muchas maneras: “corruptora del orden”, “malvada”, “perversa”, “pecadora”… Comió del fruto prohibido, sí, ¿pero cuántos estáis hoy leyendo esto desde una pantalla que tiene como logo una manzana mordida?