Hace apenas cinco años, el término influencer se dibujaba como algo difuso y desconocido en la mente de las personas; incluso de aquellas que actualmente cuentan con comunidades de cientos de miles de seguidores en sus perfiles sociales. Y cómo son las cosas, hoy en día el “influencer” está tan extendido que ha tenido que disgregarse en distintos términos: microinfluencers, macroinfluencers, influencers B2B…
Por eso, en Influencity dedicamos este post por completo a explicar en profundidad qué son los microinfluencers, una de tantas terminologías que han surgido con el nacimiento del Influencer Marketing. Canal que, como sabrás, conforma ya uno de los pilares clave del Marketing Digital.
Muchas son las apreciaciones y características que definen a los microinfluencers. Para resumir, un microinfluencer puede ser todo aquel usuario y creador de contenido en Redes Sociales, que cuenta con una comunidad de aproximadamente 10.000 a 100.000 seguidores.
Destacan por dirigirse normalmente a audiencias muy nicho de sectores como el deporte, la nutrición, los viajes o la belleza, entre otros. En este sentido, sus comunidades son más pequeñas, pero interactúan constante con el contenido, que siguen porque están especialmente interesados en él. Es decir, tienen niveles de engagement muy elevados, precisamente una de las métricas del Influencer Marketing más importantes.
Vídeo en inglés, pero puedes poner subtítulos en español
Una vez aclarado qué son los microinfluencers, cabe destacar algunas de las principales características de las colaboraciones con ellos. ¿Qué ventajas tiene trabajar con este tipo de perfiles? Aquí van algunas:
Son usuarios que acostumbran a compartir su día a día, así como productos y servicios que les gustan, por lo que al promocionar algo lo hacen de manera muy natural y de forma que queda totalmente contextualizado entre cientos de contenidos del mismo campo.
Se trata de perfiles que muestran especial ilusión y motivación a la hora de realizar colaboraciones, pues muchas veces no llevan más de dos años dedicados a los Social Media. Además, al contar con ellos para la promoción de productos/servicios de su campo de interés, transmiten su pasión en forma de contenidos muy cuidados.
Las comunidades que siguen a estos microinfluencers esperan de ellos que les aporten valor añadido del sector que tienen en común. Por lo tanto, siempre se van a mostrar interesados y receptivos ante el contenido publicado por ellos, pues son de su confianza.
Para muchos, esta es la clave del éxito. Y es que se empezó a considerar a los influencers en el momento en el que las marcas fueron conscientes de que esta estrategia de Marketing es interesante por su cercanía al consumidor. Cercanía que se da porque los propios influencers son usuarios potenciales, con los que cualquiera se puede sentir identificado.
Pasar de microinfluencers a macroinfluencers es un proceso inevitable. Y es que cualquier microinfluencer que potencie al máximo sus redes acabará (a corto o largo plazo) alcanzando a una comunidad cada vez mayor, pasando a convertirse en macroinfluencer.
En estos casos, lo ideal es que todos ellos mantengan su esencia, de manera que no dejen de ser prescriptores de su ámbito de especialización por querer abarcar más colaboraciones; pues si esto sucede, perderían credibilidad y, por lo tanto, dejarían de ser efectivos a la hora de contar con ellos para acciones de Influencer Marketing.
Por su parte, los perfiles más nicho se mantendrán en cifras más bajas como microinfluencers, no dejando por ello de ser interesantes. Más bien todo lo contrario, pues se considerarán perfiles singulares, cuya audiencia quiere consumir contenido de una temática en concreto.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, queda claro que el del microinfluencer es un perfil muy interesante a tener en cuenta a la hora de trazar una estrategia de Influencer Marketing. No obstante, para confirmar si se trata del perfil más adecuado para una acción concreta (o si, por el contrario, es preferible trabajar con un perfil macroinfluencer o celebrity), habrá que considerar factores como el sector, los objetivos de la campaña, el target, etc.