Con casi dos décadas delante de los fogones, aprendiendo de otros e inventándose de forma autodidacta, Víctor Rodrigo (@VictorTopChef) es el chef del restaurante Samsha y uno de los rostros más conocidos del programa Top Chef de Antena 3. Inquieto, perfeccionista, innovador, atrevido, seguro de sí mismo y abierto a aprender cada día cosas nuevas se presenta el gran cocinero ante sus clientes en forma de propuestas culinarias espectaculares. En él y en sus platos se mezclan la sorpresa con el arte, lo tangible con lo inmaterial, los sentidos con las ideas.
Víctor Rodrigo tuvo el detalle de participar en la aventura #influencer24h de Influencity, la convivencia durante algo más de 24 horas de nuestras chicas de marketing en un escaparate. El Chef se trasladó, emplató, sirvió y explicó cada plato de forma minuciosa a las comensales ojipláticas. Presentó entrantes con aspecto dulce y sabor salado y postres a la inversa, jugando con los sentidos, engañando al consciente y ganando al subconsciente.
El chef nos explica hoy que para él es indispensable seguir creando cosas nuevas, enemigo del aburrimiento. Y con el paso por el programa, aunque nunca ha parado de trabajar ni desistido de la profesión que eligió, ha servido para ir todavía más desbordado, en cantidad directamente proporcional a su satisfacción persona y profesional.
Su consejo para todo aquel que se inicie o apueste por dedicarse a lo que le apasiona: creer en ello y trabajar duro sin esperar el éxito. Solo de ese modo, dice, “llegará”.
Desde la apertura de Samsha porque es la única forma que tienes de ampliar tus conocimientos. Lo hago porque si no sigo aprendiendo y creando cosas nuevas, me aburro.
La cocina es el oficio que elegí desarrollar desde los 16 años que empecé a estudiar hostelería. Mis primeros contactos fueron en la escuela de hostelería de Castellón, pero no me enganché a la cocina hasta que no la vi como un arte plástica.
Me parece muy bien porque se está viendo el trabajo de tantas generaciones de cocineros y lo duro que es el oficio. Las consecuencias serían que la gente empieza a valorar lo duro que es el oficio de cocinero. Es positivo porque está picándole la curiosidad a la gente.
Sigo siendo el mismo, no estoy influenciado por mi paso en Top Chef. El paso por Top Chef me está dando más medios para reforzar mi madurez como cocinero.
La decisión de ir al programa fue a raíz de ver a compañeros como Begoña Rodrigo y ver el impacto tan increíble que podía tener en cuanto a afluencia de público en un restaurante. Y me estoy dando cuenta de la barbaridad de trabajo que tenemos encima.
Si tuviera que volver a empezar, volvería a ser cocinero. Si tuviera que elegir otra profesión elegiría cualquiera en la que pudiera desarrollar artes plásticas.
Odio esta pregunta. Porque todo lo que creas tienes que amarlo, soy incapaz de decantarme por un solo plato.
No he sentido la necesidad de abandonar la cocina y la ilusión siempre la recuperas cuando ves que puedes hacer cosas nuevas.
Para querer crear, inventar o innovar tienes que ser una persona muy perfeccionista y muy inquieta. Mi propio estilo y el haber desarrollado mi carrera de forma autodidacta, eso te hacer no tener influencias de nadie y único.
Es algo en lo que no pienso, yo soy como soy y si eso influencia al resto de profesionales, me alegro.
Tenemos una persona muy profesional que se encarga de ello y nos libera de ese trabajo extra que suponen las redes sociales. Mi cuenta de Twitter la manejo a las tantas de la mañana cuando llego a casa y suelo utilizarla para mostrar el trabajo que hacemos en el restaurante.
Les diría que no se fijaran en el éxito y que creyeran en lo que están haciendo y si el trabajo es bueno, el éxito llegará solo.
Me parece genial, porque podemos obtener una visión externa de una marca a través de una persona conocedora del sector.
El proyecto actual es Samsha que está a tope de trabajo y me consume la mayoría de mi tiempo. El proyecto futuro es que Samsha entre en una metamorfosis y deje de ser un restaurante para convertirse en una obra gastronómica.