Parece que la osadía y la llegada del verano van de la manita y su intensidad es directamente proporcional al calor. Aireamos los pinreles y mandamos a paseo los complejos y esto, reflexionadlo –por favor- no siempre es buena idea… Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en el merecidamente bautizado piestureo, el postureo dedicado a ese colofón de extremidad poco agraciado.
Fotografiar los pies se ha extendido con una facilidad pasmosa, es como si no contar con una de estas imágenes en nuestras galerías significara no estar de vacaciones. En el agua o la arena, con chanclas o descalzos, con uñas pintadas o en proceso, en soledad o acompañados, en movimiento o estáticos mirando al pajarito…
Y ya que es imposible evitar que nos sintamos tentados por inmortalizar nuestros dátiles y plantas, hemos querido reparar sobre algunos ejemplos de #ohdiosmio y #porfavorno para no provocar la estampida de followers:
-Cuestión de perspectiva. Como todo en la vida, el punto del que se miran las cosas es crucial. Pues en las redes, no sólo es cómo miramos sino cómo lo mostramos. Si el objetivo es fotografiar los pies y así lo acreditamos incluyendo hashtags como #pies y #foot, por favor, centrémonos en ellos. Los muslos en primer plano, cuanto menos, distraen… Por no hablar de las desproporciones. Un primer plano de pies puede convertir cabezas en tamaño jíbaro.
-Hay otras maneras de demostrar amistad. Juntar pies de cualquier manera puede ser para quienes lo fotografían un símbolo de hermanación eterna. Siendo un clásico entre colegas, no hace falta ser originales hasta el extremo de la luxación. Un mal gesto y dejaréis de ser amigos.
-La originalidad tiene un límite. Pintarse las uñas al sol y viento de poniente puede resultar bonito pero es completamente ilógico. Así que, descartémoslo para la promoción de nuestro total nails look o el último esmalte que hemos comprado a conjunto del bikini. Nos hemos topado con diversidad de ejemplos pero le damos el premio a esta propuesta, utilizando billetes de 500 euros para separar los dedos en el proceso… Si os sobra el dinero, contratad a quien os pinte las uñitas y a la sombra.
-“Eso duele”. Cuando te surja la duda de si una foto es apropiada o no para subir a tus redes, contesta a esto: “¿Me estoy haciendo daño” y “¿voy a hacer daño?”. Si la respuesta es no y crees que a tu público interesa, adelante. Si es todo lo contrario y sigues adelante, suerte.
-Lienzo conceptual. Momento histórico, tumbado en casa. ¿Cómo decir lo que estoy haciendo, no decantarme por nadie y no hacer una aburrida e insípida foto a la tele? “Pues me pinto el pie y lo planto delante”. Amigos… ¿de verdad?
Influencers, si aceptamos pies como protagonistas, hagámoslo en condiciones. Recordad que mientras algunos los uséis para adornar vuestras redes otros los usarán para salir corriendo. ¡Feliz semana, piececillos!