Como nos gusta decir en Influencity: “Un influencer no se autodesigna, es la comunidad la que lo define”. Y si tienes un batallón de followers, que te sigue la pista, te apoya y lee tus posts, ¿no crees que es algo muy valioso como para que dependa de un servicio prestado por terceros? Hoy vamos a hablar del porqué tener y cómo un blog que dependa al cien por cien de ti mismo.
Plataformas como Blogger y WordPress.com entre otras han ayudado mucho al crecimiento de blogs y blogueros. Pero el problema de este tipo de plataformas es que están muy bien para tener un espacio en internet donde poner tus opiniones o pensamientos, pero no son por sí mismas portales profesionales. En este sentido, Influencity puede serviros de ejemplo, ¿qué os parece más profesional influencity.blogspot.com.es o blog.influencity.es?
Puedes pensar, y con razón, que eso no es un problema porque en ciertos casos estos servicios dan la posibilidad de comprar un dominio y asociarlo para que desaparezca el molesto blogspot.com o wordpress.com. Pero el dominio y la profesionalidad no son los únicos problemas.
En estas plataformas tienes un número limitado de posibilidades de modificación y acceso a configuraciones que, aunque a veces dan mucho de sí siempre siempre van a quedarse cortas respecto a tener tu propio sitio web, en tu propio servidor y con tu dominio personalizado.
También existe el problema de la estabilidad o de la durabilidad de tu blog. Si de tu blog, tu ventana profesional al mundo, depende la fidelidad de la comunidad que te sigue, no puedes permitir que desaparezca porque la empresa de la que depende deje de prestar servicio. Esto es lo que puede ocurrir en el caso de usar una plataforma de terceros. ¿Qué pasa si Google decide cerrar Blogger? ¿Qué ocurriría si WordPress.com decide dejar de prestar el servicio de alojamiento de blogs?
Si hemos sido precavidos y tenemos la información a buen recaudo como ya explicamos en el post “¿Cómo evitar una catástrofe en tu blog?”, simplemente sería un fastidio y tendríamos que migrar a un servicio profesional personalizado. ¿Pero qué ocurre si no es así?
Queremos darte unos consejos de cómo creemos que un influencer debería cuidar a los seguidores de su blog:
El dominio “www.miblog.com” o el que sea debería ser absolutamente tuyo y esto quiere decir registrado a tu nombre y ser tú quien lo pagues año tras año y, por supuesto, con autorenovación activada para no tener problemas. El dominio tiene un coste que puede oscilar entre los 10 dólares y los 20 dólares al año para los “.com”. Sin duda merece la pena invertir. Bajo ningún concepto permitas que la empresa que desarrolle tu blog, si es que contratas para esto a un tercero, tenga el poder sobre tu dominio porque entonces dejas de tener el control. En futuros posts hablaremos de cómo registrar un dominio a tu nombre para no tener que depender de nadie.
Tu propio servidor. Esto sería lo ideal, donde tu tienes el control de tus archivos, puedes hacer copias de seguridad completas e incluso aumentar la capacidad si fuera necesario. Se trata de cuestiones técnicas que se pueden subcontratar sin ningún problema dejando definido de antemano una regularidad de las copias de seguridad, algo que deberías poder recibir en un archivo comprimido y mantener a buen recaudo. Todo esto, por supuesto, recordando el primer punto de nuevo, por la importancia que tiene: tú debes ser el dueño de tu dominio.
¿Por qué esta parte si la puedo subcontratar? Porque es inevitablemente técnica y porque si tienes copias de seguridad regulares, si la empresa que actualmente presta el servicio desaparece, podrás ir a otra empresa y que ésta te permita recuperar tu blog tal y como estaba en muy poco tiempo.
Deberías usar WordPress como gestor de contenidos de tu blog. Es bastante amigable para los buscadores, fácilmente extensible y muy sencillo de usar.
En definitiva, lo que queremos aconsejarte desde Influencity es que tú debes tener el control sobre tu canal de difusión, en este caso tu blog, y debes evitar a toda costa depender de un tercero al cien por cien porque ese canal de difusión puede verse comprometido siendo algo que como influencer y como profesional no te puedes permitir.