Luzu nació gracias a un empacho de chorizo y cerveza. Su madre, harta del embarazo y pasados los nueve meses de gestación, se propuso hacerle salir a base de incumplir las normas: comer y beber todo aquello que no le había sido permitido. Quizá este comienzo marcó el resto de su historia que en cifras se resume hoy con 1.198.271 de subscriptores en su canal de YouTube , 707 K followers en Twitter, @LuzuVlogs, y 549.164, en su perfil de Facebook–
Los primeros pasos en la vida de este youtuber pamplonica afincado en Los Ángeles estuvieron marcados por la admiración absoluta hacia su hermano y sus capacidades creativas -su influencer de cabecera- y por la incomprensión profunda de sus compañeros de clase (y bastantes adultos, todo sea dicho).
No le gustaban los mismos juegos que a los niños de su edad, miraba más por la ventana atraído por los colores y obsesionado por buscar respuestas que a la pizarra donde 2 + 2 solo eran 4. “No tenía miedo a estar solo”, confiesa hoy, echando la vista atrás desde sus 29 años.
Grababa la naturaleza, jugaba con su Game Boy y soñaba. Precisamente fue un sueño lo que cambió su vida, literalmente. Una noche, a los 14 años, soñó que surfeaba y jamás antes había tenido contacto con tablas chocando contra las olas. A la mañana siguiente pidió una a un amigo y se puso a practicar lo que hoy es una des sus pasiones que le hace sentir tan libre como grabar vídeos, sin limitaciones ni cortapisas realistas. Así se desprende de las innumerables confesiones que cuela en sus exposiciones ante la cámara.
Sus aportaciones en forma de vídeos versan sobre infinidad de temáticas, sociales, culturales, políticas y hasta psicológicas, sin pelos en la lengua ni problemas para argumentar. Su mirada directa a la cámara, su voz y su seguridad al hablar y al reír dan un toque especial a su forma de desenvolverse, dirigiéndose al mundo en castellano. También su novia, Lana, hace sus pinitos (con 203.409 subscriptores) en un esforzado y correctísimo español y hablando de tendencias de moda y belleza.
https://www.youtube.com/watch?v=35ia-nZZprg&list=UUWV2tDV7ygPKeVP4Pj2bWag
Juntos se divierten ante la cámara proponiendo juegos, charlas destartaladas y consultorios de todo tipo.
El primer influencer en la red de Luzu fue DavidSoComedy, un famoso youtuber que en un vídeo contestaba a otra youtuber, Alexandra Wallace, por una crítica feroz a los asiáticos y su asistencia a bibliotecas… Lo vio el 14 de marzo de 2011 y la inspiración fue tal que Luzu creó su primer canal bajo el papel de “El juez”. Su incursión primera, muy meditada, se dio el 3 de julio de ese mismo año.
Pasó un año subiendo vídeos semanales “para nadie”, dice. Después de un tiempo analizando errores y aciertos, creó LuzuVlogs y su ascenso ha sido imparable. Desde el cual, además de divertirse y dar rienda suelta a su pasión, se hace preguntas y encuentra sus respuestas y sin el que, asegura, “no podría vivir”.
“YouTube me ha cambiado la vida, no concibo mi vida sin él, sin interactuar con la gente. Se ha convertido en la forma de expresarme y soy propietario de algo mío en que nadie mete la mano”, dice en uno de sus vídeos. De hecho, si le propusieran poder vivir de hacer vídeos, si le dijeran que con ellos podría ganar dinero y no dedicarse a otra cosa más en la vida, “lo aceptaría sin pensarlo”. Pero es muy crítico con la creencia de que los youtubers se hagan ricos por muchos seguidores que tengan e insiste en que quien lo desee debe desarrollarse como tal “por pura pasión“.
Estudió Comunicación Audiovisual por pasión. Viajó a Madrid para trabajar en una distribuidora de cine por pasión. Lo dejó todo y se trasladó a Los Ángeles sin nada en los bolsillos por pasión. Corazonadas de la vida, “entre el talento innato y el desarrollo de habilidades”, como el mismo argumenta que se alcanza el éxito, que le hacen hoy influencer internacional.