Hay a quien le cuesta decirlo bien, que le resulta rara, que pone cara de póker cuando se la descarga… pero Snapchat, esa red social cuyos mensajes se “autodestruyen”, llegó en 2011 para quedarse. En España ya está consiguiendo cada vez más adeptos, aunque en países como Estados Unidos, donde tiene Snapchat hasta la Casa Blanca, lleva implantada mucho tiempo. Y los influencers están en ella con grandes dosis de creatividad y humor.
Los milennians han focalizado su actividad en redes sociales en el uso de la imagen, por lo que son los mayores usuarios de Youtube y, sobre todo, de Snapchat. De hecho, el 83% de los de la app de mensajería tiene menos de 35 años. Y es que cada día se envían más de 400 millones de snaps y cuenta con unos 200 millones de usuarios activos.
Los influencers colaboran con la marcas para dar a conocer su experiencia o su opinión sobre un producto o servicio. Snapchat se ha convertido en un filón para muchas marcas, aunque la medición del ROI está resultando un auténtico suplicio. Es cierto que esta app de mensajería cuenta con el atractivo de ser efímera y privada, por lo que el mensaje tiende a ser exclusivo, pero esto, a su vez, dificulta también las métricas. No obstante, las marcas están buscando cómo colaborar con los influencers y conocer el éxito de una campaña de estas características en esta red social.
Con todo el boom de Snapchat, ha surgido una nueva figura de influencer: el ‘snapchat celebrity’. Muchos de ellos han emigrado desde otras plataformas como Youtube o Vimeo por lo que siguen aglutinando una audiencia fiel. Por ejemplo, muchas fashion bloggers como Chiara Ferragni se han hecho un hueco en esta red social.
Además, el formato sencillo y creativo de Snapchat hace que los influencers puedan desarrollar todo su potencial: permite dibujar sobre imágenes y videos o escribir textos con un máximo de 30 caracteres. De hecho, se pueden crear historias (snapsterpieces)para generar un mayor engagement con las marcas a través de los influencers. Otra ventaja que tienen las empresas y en la que pueden colaborar sus prescriptores consiste en que la conversación que se tiene es personalizada, por lo que se puede emplear para realizar promociones, invitar a eventos, poner en marcha concursos, ofrecer información exclusiva a los seguidores, etc.
Los influencers pueden colaborar con la marca haciendo videos cortos de la prescripción de un producto o servicio o de la asistencia a un evento; utilizando el hashtag de la empresa o de la campaña que se esté llevando a cabo para que tenga repercusión en el resto de redes sociales; o subiendo imágenes originales. Todo un mundo por descubrir con un montón de opciones muy interesantes. Además, como el contenido es tan efímero, se debe publicar constantemente, por lo que puede llegar a un público mayor.
Por ejemplo, la empresa Taco Bell utilizó Snapchat para desarrollar una campaña con influencers durante la Super Bowl para promocionar un nuevo producto. La publicidad en snaps del plato apoyada por la presencia de influencers, redireccionó a cerca de 40.000 usuarios a su web para pedir comida.
Como hemos comentado, el crecimiento en España está siendo paulatino, pero constante; si bien es cierto que algunos influencers ya empiezan a generar contenido en esta plataforma como la blogger de moda Lovely Pepa o Aida Domenech (Dulceida) o el youtuber MickeyProjects.
La aplicación del fantasma está dejando de asustarnos para que entre en nuestras vidas y en nuestras campañas de marketing on line. Y mejor si son con influencers.