Si todos interiorizáramos el significado de frases como “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar” o “Tonto es aquel que hace tonterías”, seríamos más felices. Vivimos la vida con prisa y demasiadas expectativas. Nos pasan cosas y no siempre nos damos cuenta, compramos, comemos, andamos, trabajamos, lloramos, reímos, nos enamoramos, ganamos y perdemos. Pero no, nada es suficiente.
Forrest Gump tiene un cociente intelectual inferior a 75 y suficiente para darnos lecciones como tortas -por decirlo fino-. Lo bueno de ser un personaje de ficción, en la versión novela o en la cinematográfica, es que siempre tendrá cara de Tom Hanks y que sus mensajes no perderán actualidad. Siempre podemos conectar con el momento cordura y hacernos dueños de sus episodios de vida.
¿Quién no se ha sentido impedido, lastrado por cadenas o hierros en las piernas, y quién no se ha sentido liberado y fuerte deshaciéndose de ellas? ¿Quién no ha querido salir corriendo y no parar nunca? ¿Quién en la dinámica de huir hacia adelante no ha llegado a sentirse cómodo? ¿Quién no ha apostado por algo y ha fracasado, le han defraudado y se han reído de él? ¿Quién no ha llegado a triunfar en algo, por pequeño o grande que fuera, y ha sentido la indefensión de la humildad o el zarpazo de la avaricia?
¿Quién no se ha enamorado y ha recibido un rechazo feroz? ¿Quién no ha amado más que a su propia vida y ha vuelto una y otra vez a demostrarlo? ¿Quién no ha aspirado a proteger y cuidar de todo lo que tiene sentido en la vida y quién no ha perdido el norte hasta el punto de descuidarlo? ¿Quién no se ha sentido culpable y débil y con la razón y fuerte, a veces incluso a la vez?
Sí, parece imposible que una vida pueda juntar tantas experiencias de paz y guerra, records guinnes, éxitos empresariales, amigos dispares, tantos y tantos palos en el amor, en la amistad, en la salud, en la familia, seguido por multitudes, encarnando ideales no pretendidos… Pero a veces la realidad supera la ficción y en cualquiera de los casos sí concentra infinitas enseñanzas con moraleja, como la propia esencia de Forrest Gump, ese personaje que nos desquicia y del cual no querríamos separarnos a la vez, como nosotros mismos.
Queremos quedarnos con varias de sus frases, aplastantes:
“La verdad, aunque yo siempre iba corriendo, nunca pensé que eso me llevara a ningún lado”
Cierto, tantas y tantas veces. Pero podemos tomar las riendas. ¿Qué quieres hacer, adónde quieres llegar? Escoge tu tema, analiza tu ámbito, tu pasión, crea contenido con cabeza, ofrece al mundo tu esencia. Y sé puro, muestra tu mejor Forrest.
“Mamá decía que puedes saber mucho de las personas por los zapatos que usa”
La lectura literal tiene especial sentido para quien mucho sabe de moda. Dicen que los zapatos describen una forma de ser, una forma de actuar, de pasar y pisar por la vida. Por extensión, también podemos reflexionar sobre la importancia de saber ponerse en los zapatos de alguien o andar la vida que no nos corresponde. En definitiva, en esencia, saber el suelo que se pisa y hacerlo con la cara más sincera, nos describe.
“Las gambas son la fruta del mar, pueden hacerse a la brasa, cocidas, al horno, al vapor, salteadas, se pueden hacer pinchos de gambas, gambas criollas, guiso de gambas, gambas fritas, rebozadas, sofritas o gambas con piña, gambas al limón, gambas con mango, con pimientos, sopa de gambas, en estofado, en ensaladas, gambas con patatas, hamburguesa de gambas, sándwich de gambas y… creo que eso es todo”
¡Habla de gambas! ¡Habla de tus pasiones! Podemos ser tan expertos en aquello que nos llama la atención o nos da la vida como deseemos. Analizar y profundizar en ello también nos describe. ¿Por qué no saber todo sobre las gambas? Que cada uno elija la suya y cocine a fuego lento su propia marca. Creer con intensidad en lo que uno hace es la clave. ¡Corre, Forrest, corre!