Si decimos ‘Daniel Wellington’ (DW), probablemente lo primero que aparezca en tu mente tras la silueta de un reloj sea Instagram. O incluso a la vez que el reloj…
Y es que, la marca de origen sueco fundada en 2011 por Filip Tysander prácticamente ha crecido en (y en parte gracias) a esta red. Y lo ha hecho a la velocidad de la luz.
En la actualidad, con más de 1.700.000 publicaciones bajo el hashtag #danielwellington y más de 4 millones de seguidores en Instagram, DW conforma una de las marcas con mayor presencia en el entorno digital. Además, ha establecido un patrón de Marketing, que ya siguen otras firmas de la competencia como Cluse o Rosefield Watches, entre otras.
Por lo tanto, en esta ocasión no destacamos una campaña concreta, sino una estrategia de comunicación en general, centrada totalmente en el Influencer Marketing. Como a nosotros nos gusta
En este sentido, Daniel Wellington trabaja combinando colaboraciones pagadas con otras a cambio de producto. De esta forma, siempre habrá alguien en tu feed de Instagram que lleve en su muñeca uno de sus reconocibles relojes de correas intercambiables, pues la estrategia se mantiene always on.
En cuanto a tamaño de las comunidades de los influencers, combinan perfiles top como el de Lily Aldridge o las hermanas Jenner, con microinfluencers con comunidades mucho más pequeñas en Instagram (aproximadamente a partir de 5-15K). De esta forma, aseguran alcance y engagement y refuerzan su awareness y branding.
La campaña se desarrolla a nivel internacional con perfiles de un amplio abanico de países, así como en distintas plataformas (Youtube, Twitter, Blogs,..), pero con el mayor foco en Instagram.
Las publicaciones de los influencers siguen la estética de la marca. De hecho, el feed de DW se alimenta directamente de las publicaciones de los influencers que colaboran con ellos. Imágenes nítidas, elegantes, en las que el producto es principal protagonista y se aprecia a la perfección.
Así, el contenido generado tanto por los influencers como por los usuarios que les siguen y emulan, contribuye a reforzar la imagen de marca. Por otro lado, los descuento personalizados por influencer les permiten medir el tráfico que dirige cada perfil (y valorar el retorno que les retribuyen, o no), así como proporcionar un incentivo a los clientes potenciales.
Se trata de una estrategia centrada en esta pata del Marketing, que genera una necesidad en el usuario, que ve el producto en perfiles que ve como inspiración y quiere lucir el reloj también. Esto, unido a los precios razonables de los relojes convierte la de DW en una estrategia infalible. Un auténtico boom, que se mantiene desde hace años.
En definitiva, Daniel Wellington llegó en el momento y en el lugar, pero lo hizo (y lo sigue haciendo) de manera ejemplar.